El pasado 16 de enero tuvo lugar la inauguración de esta muestra en la que la artista expresa su «trabajo interior y pictórico sobre la meditación y la música en distintas tradiciones culturales del mundo»

Sevilla |21.01.2025
La tarde del jueves 16 de enero se inauguró en el Excmo. Ateneo de Sevilla la exposición de Esperanza Galindo titulada La música, alma del mundo, a través de la cual la artista ha querido expresar plásticamente la universalidad de las experiencias
«de búsqueda y encuentro de ese UNO, la experiencia de no-dualidad», a través de sus dibujos y pinturas y cuyo proceso de creación se puede ver en vídeos cortos que la artista tiene publicados tanto en Instagram como su canal de YouTube.
El acto de inauguración contó con la presencia de la artista, así como del vocal de la sección de Bellas Artes, Luis Rizo. La exposición se podrá ver hasta el próximo 13 de febrero.


La música, alma del mundo
La idea “alma del mundo” se originó con Platón y está presente en doctrinas orientales como el Brahman (Dios) y el atman (alma) en el hinduismo hasta los estoicos, que creían que era la única fuerza vital presente en el universo.
Similares conceptos fueron sostenidos por filósofos como Paracelso, Spinoza, Leibniz o Schelling. Y en la actualidad reaparece en la teoría de las supercuerdas del hiperespacio de la física cuántica.
Veo la música sacra de todas las culturas como una metáfora de esa ALMA DEL MUNDO, común a todas las tradiciones espirituales. He encontrado en la música de cada cultura espiritual una expresión de la experiencia de búsqueda y encuentro con esa realidad de uno mismo y que nos hace trascender. La meditación u oración de quietud es el cauce de esta experiencia y la música también es un vehículo que transporta el alma a esa “anima mundi”.
Como pintora he querido expresar plásticamente la universalidad de las experiencias de búsqueda y encuentro de ese UNO, la experiencia de no-dualidad, a través de mis dibujos y pinturas. El proyecto final se resume en una composición de 8 cuadros unidos por la espiral áurea y una serie de bocetos y obras preparatorias.
Durante el tiempo del proceso de creación, además de leer e informarme por distintos medios, he realizado «escuchas meditativas» de obras musicales pertenecientes a las culturas seleccionadas; he practicado meditación con esa música; la música ayuda, en mi opinión, a desconectar y a activar el hemisferio derecho del cerebro, a evitar el desarrollo del pensamiento discursivo y la conceptualización, a actualizar el aquí y el ahora. Antes me he preparado con la lectura de las obras de grandes maestros de la meditación no dual de cada una de las corrientes espirituales como por ejemplo, el Baghavad Gita o La nube del no saber.